¿Cliente o Paciente?
La elección de llamar "cliente" en lugar de "paciente" refleja una diferencia conceptual en el enfoque de la TCC en comparación con algunos otros modelos terapéuticos, esto es debido a que el enfoque de la misma con respecto al consultante es de enfatizar la naturaleza colaborativa y participativa en el proceso terapéutico, en lugar de adoptar un enfoque mas tradicional de "paciente- medico", la TCC promueve una relación donde el terapeuta y el individuo trabajan en conjunto como socios en el proceso de cambio. En este sentido, refleja la idea de que la persona tiene un papel activo y de compromiso en el proceso para que sea consciente de sus decisiones, pensamientos, emociones y comportamientos.
Por otro lado, al utilizar este término, se busca reducir el estigma y los mitos asociados con la búsqueda de apoyo profesional en Salud Mental debido a que es un término y un enfoque menos de "ayuda médica" y más de "asesoramiento profesional", ya que los mitos más comunes en este campo son:
Que pedir ayuda es un signo de debilidad, aunque en realidad, buscar apoyo se considera un signo positivo de salud ya que la persona tiene disposición y fortaleza para enfrentar los desafíos personales.
Que la terapia solo es necesaria para problemas mentales graves, aunque en realidad, la terapia puede ser beneficiosa no solo para una amplia gama de trastornos, sino también para abordar simples dificultades cotidianas y hasta potenciar el desarrollo personal general o en áreas especificas.
Que la terapia requiere años de tratamiento, aunque en realidad, depende de la cantidad y complejidad de la metas y los objetivos a los cuales se quiera arribar con el proceso.
Que ir al psicólogo es solo hablar y revivir constantemente el pasado, aunque en realidad existen enfoques terapéuticos que si buscan la "cura" en el pasado, la TCC se focaliza en el aquí y ahora, buscando las herramientas mas adecuadas para que el cliente, de manera activa, pueda afrontar los problemas y dificultades actuales.